El 22 de mayo de 1973, Robert Metcalfe, un investigador en el Centro de Investigación de Palo Alto de Xerox (PARC), cambió el curso de la tecnología de redes con un simple acto: escribir un memorando. Este documento no solo delineó la concepción de una nueva forma de conectar computadoras, sino que también sentó las bases para lo que eventualmente se convertiría en una de las tecnologías de red más omnipresentes del mundo: Ethernet.
Metcalfe, inspirado por la red de radio por paquetes ALOHAnet y la ARPANET, propuso un sistema que permitiría a múltiples computadoras comunicarse en un medio compartido, que él denominó "Ethernet". La idea era revolucionaria: un cable coaxial central por el cual cada computadora podría conectarse y comunicarse con las demás, transformando la forma en que los datos se transmitían y recibían.
La visión de Metcalfe no solo era técnica, sino también profundamente colaborativa. Ethernet no solo conectaba máquinas; conectaba personas, ideas y posibilidades. La propuesta de Metcalfe incluía diagramas dibujados a mano y anotaciones que reflejaban la naturaleza experimental y pionera de su trabajo.
Hoy, al celebrar el aniversario de este memorando, recordamos no solo la invención de una tecnología, sino el nacimiento de una era. Ethernet se convirtió en la columna vertebral de las redes locales (LAN), y su influencia se extendió mucho más allá de los muros de PARC. Desde su humilde comienzo como un esquema en un memorando, Ethernet ha evolucionado para soportar velocidades de gigabits y conecta innumerables dispositivos en todo el mundo.
La historia de Ethernet es un testimonio del poder de una idea y de cómo una chispa de innovación puede iluminar el camino para generaciones futuras. En este día especial, honramos a Robert Metcalfe y a todos aquellos que, como él, se atreven a soñar en grande y a escribir sus ideas, sin saber que un día podrían cambiar el mundo.